Contexto histórico

Contexto histórico

En la historia de San Miguel de la Provincia de Buenos Aires hubo un hito histórico clave para la cabal comprensión de su desarrolla posterior: fue en 1931, el 21 de junio, cuando se inauguró el Colegio Máximo de San José de la Compañía de Jesús.

Todo el valle que rodeaba el Máximo, un terreno de suaves ondulaciones y lomadas, cortado por un par de arroyos -el de Los Berros cercano a la Avenida Gaspar Campos, y el de Las Catanas, en jurisdicción del partido de Moreno- que desembocaban en el río De la Reconquista; era una zona semisilvestre, en la que alternaban las quintas de verduras, y los grandes tambos por los que se esparcían animales, tornando más ásperos aquellos campos bajos, desiertos de árboles.

En el año 1938 se construyó un pequeño pavimento sobre la Avenida Mitre (ruta 202), que corría frente al Observatorio y al Colegio Máximo, y poco más adelante se asfaltaron las Avenidas San Miguel -hoy Maestro Ferreira- (camino a la Base Aérea de Moreno y al Tambo "Santa Brígida) y la Avenida Julio A. Roca (camino a Castelar). Estos nuevos asfaltos dieron origen a dos "cruces": el Cruce Santa Brígida el primero y el otro el Cruce Castelar.

En el Cruce Santa Brígida se hallaba la Quinta "Villa Lourdes" o de los franceses. El pequeño casco de la quinta donde se hallaba la casona principal se observaba en su frente un mosaico con la imagen de la Virgen de Lourdes. En 1942 se loteó la quinta en parcelas de dos hectáreas aproximadamente.

En una de ellas quedo el viejo casco de la quinta que fue donada como casa de descanso a las Religiosas de La Asunción que habían llegado al país el 1° de enero de 1938 traídas por la colectividad francesa de Buenos Aires para dirigir un colegio de niñas bilingüe (castellano- francés) en el Barrio Parque de Palermo Chico, que naciera por iniciativa del arquitecto paisajista francés Charles Thays en 1912.

A pocos pasos de la Quinta "Villa Lourdes", las Hermanas de San Pablo establecieron una casa de descanso con una Capilla semipública que atendían los jesuitas del Máximo. Entre ellos se recuerda al P. Nilo Arriaga.

Con los sucesivos loteos se fueron poblando los Barrios del Oeste de San Miguel. Los padres y hermanos jesuitas se volcaron a la tarea misionera, sobre todo los fines de semana. Atendían el catecismo y apoyaban algunas iniciativas sociales que comenzaban a surgir como necesidad: escuelas, salas de Primeros Auxilios, Centros Comunitarios.

Estas necesidades llegaron también a las Religiosas de La Asunción sobre todo en el verano, que era cuando más tiempo pasaban en el Quinta.

En julio de 1956 se reunieron las Hermanas Rosa y Margarita Durán; el P. Nilo Arriaga, José Ignacio Vicentini y el neosacerdote Manuel Ustarroz junto con algunos vecinos de los barrios cercanos y se decidió fundar una escuela de nivel primario para niñas.

Luego de comenzar los trámites en La Plata para que fuese reconocida por la Dirección Provincial de Escuelas, en octubre de ese mismo año comenzó la inscripción para el ciclo 1957 que alcanzó a cien alumnas de 1º inferior a 6° grado.

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