La etapa doctrinaria (1972-1984)
La Hermana Rosa hizo efectiva su jubilación en 1972, retirándose primero de la dirección de la Escuela Primaria y un año después de la Escuela Secundaria, siendo reemplazada en el primer caso por Perla Menini y en el segundo por Cristina Maza. Esta última renunció antes del año y medio de su gestión y así llegó a la dirección del Secundario el Lic. Carlos Chiesa: fue en 1974.
Fue también en este año que se incorporó el primer grupo de varones. De hecho, en 1973 ya se había tomado la decisión de que el Colegio fuese mixto. En la Secundaria sólo habían ingresado tres alumnos de los cuales sólo uno concluyó con el título de Perito Mercantil En cambio, el grupo de 1974 sería más numeroso y casi todos egresaron en 1978 con su título. Este grupo muy identificado con el Centro Juvenil y la vida Parroquial mucho ayudó a la integración total del Colegio como centro apostólico de la Parroquia de Trujui. La escuela primaria fue poblándose paulatinamente de chicos.
Al referirse a este año 1974. H. Mario Segura Salas dice en su obra “Trujui: historia de un milagro":
"En la vida de las personas y las comunidades, hay épocas en las que el tiempo pasa sin dejar, aparentemente, huella alguna. Estos tiempos, a pesar de las circunstancias azarosas, incluso dolorosas que depara la suerte, son tiempos que los religiosos suelen llamar de "Gracia': en ellos, el Amor de Dios se derrama sobre las personas y todo se construye, se realiza, se opera, como si nada sucediera. El tiempo interior supera con creces a la acción exterior, y todo lo que se percibe, por mucho que sea, parece ser poco, comparado con lo que ocurre como ¨hecho interior¨. Ese tiempo, no es más que el inicio de algo más grande. El año 1974 fue para Trujui y su parroquia, un tiempo de Gracia, tiempo que vino inmediatamente después de la ¨Prueba¨. En él, estaba contenido buena parte de lo que se convertiría en 'hecho exterior' en los años siguientes. Fue un tiempo de preparación de los corazones, de ajuste a las nuevas realidades, que tanto en el ámbito local como nacional, traerían consigo un nuevo período de la historia.
No obstante esto, no hay que creer que no sucedieron ¨hechos exteriores recordables en aquel año 1974. Por el contrario, fueron muchos los acontecimientos que merecen ser registrados por la historia. Todos ellos, pequeños, grandes, aislados, barriales, institucionales, parroquiales, llenaron de acción exterior el camino que venía preparándose desde el interior¨
El 18 de julio de ese año, ya anciana, falleció la Hermana Margarita quien durante años inundó de alegría y esperanza a las familias del Colegio y del Barrio y con un particular don para tratar a la juventud.
Ella ayudó al P. Julio para consolidar la rama femenina del Centro Juvenil Parroquial y por eso una placa en la entrada de la sede la recuerda: “Madre Margarita, siempre presente en el Centro Juvenil".
Las religiosas no tenían personal con vocación docente y la Congregación optaba por una inserción en el mundo de los más pobres fundando una comunidad en La Rioja. A partir de entonces el trabajo muy estrecho entre Colegio y Parroquia, entre el Lic. Chiesa y el P. Julio, fue preparando el traspaso del Colegio de La Asunción a la Parroquia y por ende a la Compañía de Jesús.
A su vez, la estructura edilicia del Colegio fue creciendo y se terminó la construcción de las aulas que hoy ocupa EPB y el ala de las aulas que en un extremo tienen la rectoría, originando el Patio central del Colegio.
El Papa Pablo VI por la Bula "Tutius ut consuleretur" del 11 de julio de 1978 erigió canónicamente la Diócesis de San Miguel en la Argentina, desmembrada de la Diócesis de San Martin, y nombró primer Obispo a Monseñor Dr. Horacio Bózzoli, quien entre los años 73 y 75 se había desempeñado como Auxiliar de San Martín. Tomó posesión el
Sábado 30 de setiembre día del repentino fallecimiento de S.S. Juan Pablo I en una ceremonia que se realizó en el atrio de la Parroquia de San Miguel, a partir de ese momento Catedral y de la que participaron diez Obispos y numerosos sacerdotes. Monseñor Arnoldo Blois, Párroco de San Miguel, quien fue ovacionado esa tarde por los fieles, fue el "alma mater" de esta celebración y de todo lo referente a la organización de la nueva Diócesis, incluidas las compras de las casas para la Curia Diocesana y para domicilio del Obispo.
La III Conferencia del Episcopado Latinoamericano realizada en Puebla de los Ángeles (México) a partir del 28 de enero de 1979 está inseparablemente unida a la presencia de Juan Pablo II. Apenas iniciado su pontificado, fuimos beneficiados por su generosa decisión apostólica de visitar América. Su presencia física, su incansable peregrinación misionera, y su palabra valiente y clara avivaron la fe del pueblo.
Literalmente volcado a la calle para aclamarlo. Al inaugurar estos "nuevos tiempos" de la Iglesia, el Papa encomendó a los Obispos tres tareas prioritarias:
Monseñor Bózzoli, al regresar de Puebla, orientó la Pastoral Diocesana en base a estas prioridades. En la Parroquia de Trujui se profundizó el trabajo con las familias a través de las reuniones de Padres de los Colegios, el Centro Juvenil se vio confirmado en su trayectoria de formar dirigentes de los propios barrios en la fragua de los Ejercicios
Ignacianos y Dios bendijo con una "gracia" muy especial: surgieron las primeras vocaciones. Oscar Riedel fue el primero en ingresar a la Compañía de Jesús el 31 de diciembre de 1978.
Tiempo después ingresaron algunos ex-alumnos del Colegio a la vida religiosa: María Inés Akel (74)", Susana García (81) y Mariel Robledo (81) al Instituto de las Hermanas Pobres Bonaerenses de San José; Silvia Lidia González (77) a las Religiosas del Sagrado Corazón y Daniel Miño (78) a la Compañía de Jesús.
En 1979 se traspasó ya definitivamente el Colegio a la Parroquia. La Compañía de Jesús, con el aval del Obispado de San Miguel, nombró Representante Legal al P. Julio Merediz que ya era docente de Antropología, Educación Cívica y Música desde 1968.
Como fruto de esta nueva realidad surgió el documento doctrinario básico del Colegio: "Nuestro Compromiso".
La geografía del viejo barrio Villa Lourdes también se había transformado: por una parte, con el trazado de la Calle Rodrigo de Triana el Colegio tuvo su nueva entrada; por otra parte, cincuenta familias de la Cooperativa "Copacabana" con el plan de autogestión orientado por el jesuita José "Pichi" Meisegeir le dieron nueva vida al barrio y al Colegio.
A esto debe agregarse el loteo del llamado "Cruce Santa Brígida", que convirtió el lugar en un centro comercial de importancia
Las "Bodas de Plata” del Colegio (1957-1982) se celebraron con una Misa y luego una convivencia de las familias inaugurándose el Salón "San José”, obra dirigida por Don Héctor Luppi. Salón que durante diez años seria Capilla y lugar de videos y Asambleas. Hoy dividido en S.U.M., Laboratorio de Ciencias Biológicas y un aula del ciclo básico orientado.
Dirigía ya entonces la Primaria Mónica Luna. A partir de ella paulatinamente se fueron incorporando profesores jóvenes provenientes de la formación ignaciana del Centro Juvenil "Nuestra Señora del Perpetuo Socorro" de Trujui, como Antonio Lugo en la vicedirección de la Primaria desde 1984, Liliana Mainetti, Ana del Sordo (77), Marcos
Reina (78), Emilio Villalba, Elisa Laudani (77) y Claudio Mainetti como profesores de la secundaria y los maestros Juan Pagano (78), Virginia Benítez (77), Hilda Masciotra (82), Carmen Basile y Alicia Frezza.
El sábado 1º de diciembre de 1984 se realizó en la iglesia parroquial de Trujui, como todos los años, la Misa y Acto de fin de curso de Nuestra Señora de la Asunción (secundario), pero esta vez se vivió un acontecimiento que todos los presentes difícilmente olvidarán: el Rector Carlos A. J. Chiesa, gravemente enfermo y consumido por su mal, se despidió del pueblo al que le dedicó los últimos diez años de su vida. Sus palabras siguen teniendo plena vigencia:
"Hoy cumplimos esta etapa de nuestro trabajo escolar en este marco solemne de la Casa de Dios, el hogar parroquial. Lo hacemos cuando nuestra Parroquia cumple veinte años de vida, naciendo y creciendo a la par de nuestros barrios. Queremos seguir adheridos a estas raíces para ser reflejo desde el colegio de la Fe, la cultura, la vida de nuestro pueblo, o sea, de su identidad cristiana, humanista, nacional y hoy proyectada a Latinoamérica. La Asunción busca ser forja de jóvenes generosos, capacitados, pero sobre todo que asuman a lo largo de cinco años de camino, lo siguiente: Una fe viva, misionera y compartida hacia adentro y hacia fuera del Colegio.
La elección de la forma de vida a la que el Señor llame a cada uno. El sentido de la familia. El poner las capacidades, especialmente como egresados, al servicio de nuestros barrios, en particular de los más necesitados...
A todos ustedes mi enorme agradecimiento por la solidaridad y la Oración comunitaria que saca fuerza de flaquezas y por demostrar que el Colegio es una Comunidad de Fe Organizada. Nos salvamos como Pueblo, tal como lo viví el otro día en la Procesión de los Barrios. Que Dios y la Virgen los bendigan"."
Pocos días después fallecía, habiendo comulgado horas antes, el 23 de diciembre. Sus restos fueron velados en el Colegio Máximo por la delicada caridad de su Rector el P. Jorge M. Bergoglio. El lunes 24 se celebró la Misa de "cuerpo presente" que presidió el P. Julio y con el Himno de la Asunción "Un día la veré" cantado por los presentes partió el cortejo hacia el cementerio de San Miguel.
"Servidor bueno y fiel: entra a participar del gozo de tu Señor"(Mt. 25, 21) Mario Segura, en “Trujui, historia de un milagro", acota sobre este hecho:
"EL P. Merediz sintió la pérdida de su amigo Carlos Chiesa, pues juntos habían recorrido un largo camino. Pero además de eso, Chiesa se había constituido en el mayor apoyo de los proyectos del sacerdote, proyectos que conocía en profundidad y que compartía con singular alegría y humildad de la que estaba dotado. Chiesa era además un profesional sumamente reconocido, que participaba en tareas de investigación en torno de la religiosidad y las culturas populares, y tenía convicciones políticas muy sólidas, prácticamente idénticas a las de Merediz. Tras su muerte, Julio Merediz debió asumir la rectoría del Colegio de la Asunción, por decisión del P. Provincial Andrés
Swinnen"."