VI. La promoción social (1985-1992)
El libro de Mario Segura, que ya hemos citado varias veces, "Trujui, historia de un milagro", describe muy profundamente este nuevo período del Colegio de la Asunción, cuando dice: "El nuevo desarrollo del Colegio de la Asunción, fue un hecho trascendente en la historia de Trujui, porque implicó el comienzo de un giro completo en las propuestas educativas de la parroquia. Merediz recibió un colegio que venía funcionando con una sección por curso, y lo llevó a tener cuatro secciones por curso, que después se siguieron manteniendo a través de los años.
Fue una típica locura jesuítica, en la que el sacerdote, repentinamente, sin casi pensarlo, dijo: 'cuatro'. Y así se hizo con primer año. Al año siguiente no se pasó a un segundo año con cuatro secciones, sino con tres y resultaba difícil que los chicos perseveraran; pero la concepción del sacerdote era la apertura a los barrios y la formación de dirigentes para los barrios. En realidad, la decisión, si bien repentina, no había sido en nada incoherente con la línea que venía siguiendo Merediz, y se inspiraba en su vieja concepción de unir la cantidad y la calidad.
Él sabía fehacientemente que la principal condición de los barrios de la parroquia era su carácter populoso; y sabía también, por propia experiencia, que en la cantidad se podían atesorar valores importantes de distinción y estilo. Básicamente, todo su proyecto de Trujui se había sustentado en la sustracción a esa aparente contradicción entre el número y la distinción cualitativa. Por eso apuntaba a generar posibilidades para el surgimiento de una gran cantidad de docentes, religiosos, y dirigentes barriales; y la educación había sido, desde el principio, su principal método.
De modo que su actitud obligó a los jóvenes de las nuevas generaciones, que por otro lado eran muchos más que aquellos que Merediz había reclutado en 1965, a salir a misionar a los barrios.
Coincidentemente, la apertura a una inscripción masiva del Colegio de la Asunción, posibilitó el ingreso de nuevos integrantes a la entidad, que reemplazaron a la primera generación. El colegio permitió la captación de una gran cantidad de jóvenes de los barrios, que permanecían a través suyo asociados a la vida del Centro Juvenil. O integrados directamente a cl, como miembros activos, a partir de su inscripción en el establecimiento educacional. De modo que con nuevos ríos, y mayor capacidad organizativa, a mediados de la década de 1980, el sacerdote se lanzó a la tarea barrial, encargando a los miembros del Centro Juvenil la responsabilidad de convertirse en dirigentes internos y externos. Y aunque el desafío era grande, porque la tarea externa implicaba para los jóvenes compartir el accionar pastoral con la gente adulta, con misioneras llegadas a los barrios desde otros lugares, los chicos se lanzaron también. Y la nueva modalidad permitió una particular combinación de esfuerzos, porque los chicos que vivían en un barrio y que marchaban como dirigentes a otro, abrieron una nueva etapa de diálogo entre los barrios.
El 15 de agosto de 1987, en su fiesta patronal, el Colegio de Nuestra Señora de la Asunción celebro el trigésimo aniversario de su fundación." A pesar de la lluvia, nadie faltó a la cita y el Colegio se visto con sus mejores galas. La primera parte de la celebración fue la Santa Misa en el Salón San José"; luego, en las galerías del patio central, se desarrolló la segunda parte. Entre los presentes se encontraban el P Ernesto López Rosas, rector del Colegio Máximo, María Elina C. de Luppi, directora del Colegio Santa María del Trujui" y Margarita Bisso, directora del Colegio Nuestra Señora de Itati". Izaron la bandera: Mónica Luna y Antonio Lugo, directivos del Colegio de la Asunción en su sección primaria. La maestra y ex-alumna Virgina Benítez Pinto (77) habló en nombre de los docentes. El P. Julio Merediz, rector del colegio, homenajeó a los docentes que llevaban más de quince años trabajando en el obsequiándoles una medalla con la imagen de Nuestra Señora de los Milagros. Con sincera gratitud fue reconocida la larga trayectoria educativa de Velia Tortorolo de Brasesco, Nora Cagnoni de Simón, Carmen Alonso de Chiesa, Felisa Signe de Corral y Liliana Cragno de Piccioni. La Banda de la Escuela "Gral. Lemos" animó una fiesta que será imborrable para todos los que participaron en ella.
“Buscamos para nuestros niños y jóvenes una educación que entre otras, tenga las siguientes características, base de nuestra Doctrina: argentina, humanista y cristiana, laboriosa, integral, familiar y misionera", así se expresa el documento "Nuestro Compromiso" que fue presentado por el Colegio de Nuestra Señora de la Asunción en el
Encuentro de Colegios Jesuitas de Argentina de nivel medio que se realizó durante dos jornadas en el Colegio Máximo y una tercera en el Colegio "Del Salvador" de Buenos Aires los días 18, 19 y 20 de setiembre. De Trujui participaron junto 'al P. Julio, los docentes jesuitas Jorge Lugones y Horacio Barragán y los docentes laicos Emilio
Villalba, Claudio Mainetti, Teresa Suárez (79), Silvia Lastra (81) y Juan Pagano (78). Este último, fue el encargado de exponer en la jornada de Buenos Aires la aplicación del documento del P. General Peter-Hans Kolvenbach sobre "Características de la Educación de la Compañía de Jesús" en el proyecto educativo del Colegio de la Asunción expresado en el citado documento "Nuestro Compromiso".
El año 1988 estuvo marcado por la primera visita del Superior General de la Compañía R.P. Peter-Hans Kolvenbach.
A las ocho de la mañana del 6 de setiembre hizo su ingreso al Colegio Máximo. Los alumnos del Colegio de Nuestra Señora de la Asunción hicieron un cordón de bienvenida y luego, formados junto a un grupo de docentes frente a la puerta principal del Colegio Máximo. Recibieron la bendición del P. General y con toda la comunidad jesuita presente cantaron la "Marcha de San Ignacio".
Durante el día, el P. General recorrió las distintas dependencias del Colegio Máximo y tuvo diversas reuniones con grupos de jesuitas. Al mediodía, antes de almorzar, se hizo un tiempito y visitó la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Trujui, acompañado de los jesuitas "trujenos" Hugo Maidana, Juan Carlos Juárez y los egresados del Colegio, Daniel Miño (78) y Raúl González (88)
Esta jornada de "gracia" -de particular visita del Señor- tuvo su momento culminante en la Misa vespertina, donde el P. General presidio la concelebración de la que participaron muchísimos fieles de los barrios que conforman las Parroquias y Capillas atendidas por los Padres y Hermanos de la Compañía de Jesús.
"A los estimados amigos -dijo en su homilía el P. General- que han venido de las parroquias cercanas a este Colegio Máximo, con quienes los jesuitas cooperan en la tarea evangelizadora, mi agradecimiento del fondo del corazón. Esa vocación cristiana, esa elección del Señor, que han recibido con el Bautismo, les lleva a vivir unidos al Dios cercano en la vida ordinaria, y es vivir, con la fuerza que da el Espíritu Santo, para crear vida en su ambiente de trabajo, de familia, de barrio. Una vida como la quiere el Señor, donde haya fraternidad, solidaridad, paz y un gran amor preferencial por los necesitados".
Terminada la Misa, fue ovacionado por los presentes. El P. Kolvenbach saludó paciente y afectuosamente a todos los que pudo. El paso del "sucesor de San Ignacio" por estas comunidades de San Miguel compromete más a todos en un servicio a la Iglesia bajo el Romano Pontífice distinguido por la caridad evangélica."
En este 1988 el Prof. Antonio Lugo pasó de la Vicedirección a la Dirección de la escuela primaria. La Vicedirección fue ocupada por Graciela Zabala, maestra de "Santa María del Trujui" y miembro de la comunidad de la capilla de Santa Rita, y en la Secretaría Liliana Serra, también maestra de "Santa María del Trujui" y de la Acción Católica de la
Catedral de San Miguel.
Durante toda la semana anterior a la Navidad de 1988 se realizó en los barrios Los Paraísos, La Estrella y La Asunción una Misión Popular con la participación de quince jóvenes jesuitas y el recién ordenado sacerdote Jorge Lugones". Por las mañanas se visitaban las familias y a la tarde se tenían los distintos actos comunitarios: preparación de adultos para la comunión, Rosario viviente representado por niños, Vía Crucis por las calles de los barrios, celebración de la Unción de los enfermos, bendición de las madres y como cierre misional la tradicional representación del Pesebre con participación de las Peñas folklóricas de la zona. Todos estos gestos colectivos tienen, además, algo de fiesta: el pueblo es, por su esencia, "festivo", incluso cuando llora a sus muertos, pero sobre todo cuando se casa por la Iglesia o bautiza a e hijos, y también cuando pide perdón a Dios Nuestro Señor. Las Misiona Populares fortifican y acrecientan esta religiosidad cristiana de nuestra pueblo que se manifiesta sobre todo en virtudes como la solidaridad hospitalidad, la lealtad, la fidelidad, el arraigo a la tierra, y a la capacidad asombrosa de abrazar la cruz del sufrimiento.
Al comenzar el curso de 1989 se concluyeron las aulas que abren hacia el patio central utilizadas por el Polimodal y ESB y la Sala de Profesores. El 9 de mayo, fiesta de Nuestra Señora de los Milagros curva imagen venerada en Santa Fe de la Vera Cruz es Patrona de la Compañía de Jesús en Argentina, se bendijo en el patio central del Colegio de la
Asunción un mosaico con su imagen, obra de Marcos Reina. Numerosas familias participaron de la ceremonia y se consagraron a la Madre de Dios y madre nuestra para que "extienda el celeste manto de su protección sobre toda la Iglesia, ruegue por todos los cristianos, dilate v exalte la fe católica por todo el mundo, convierta a los pecadores, afiance la paz entre los pueblos, conserve la inocencia de la niñez..."
El año Ignaciano inaugurado por el Superior General de la Compañía en setiembre de 1990 para conmemorar los 450 años de la aprobación Pontificia de la Compañía (1540) y los 500 años del nacimiento de San Ignacio de Loyola (1491) tuvo para la Parroquia y el Colegio un momento culminante el 22 de junio de 1991. Ese sábado a la tarde se reunieron en la sede parroquial de Trujui cerca de mil jóvenes provenientes de los distintos barrios de la zona pero también de la Parroquia vecina "Del Patriarca San José" en el Colegio Máximo y de las Vicarías que los Jesuitas atienden en Los Polvorines (Barrio El Sol) y en Villa de Mayo (Barrio Guadalupe). Se celebró a San Ignacio pero también el 400° aniversario de la muerte de San Luis Gonzaga, Patrono de la juventud. El encuentro concluyó con la Santa Misa que presidió el P. Julio Merediz, Párroco de Trujui y que, entre otras cosas, dijo en su homilía:
"El apóstol San Juan después de haber tenido la experiencia tremenda de ver traspasar el corazón de su Señor y Maestro, siente dentro de sí la necesidad imperiosa de decir a alguien lo que ha visto: 'El que vio esto lo atestigua; su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean' (Jn. 19,35).
San Juan ha vivido tres años junto al Señor, se ha sentido predilecto de Jesús, quizás por aquel profundo entendimiento que lo unía a Él, ha tenido el privilegio de reposar la cabeza en el pecho de Jesús y de escuchar los latidos del corazón de Dios. Pero se da cuenta de haber conocido del todo a su Señor sólo cuando vio su Corazón traspasado. Y desde aquel momento San Juan siente que no puede dejar de dar testimonio.... ¿Cuántos hombres? ¿Cuántos amigos nuestros, de los que viven en nuestro barrio, saben que Dios se ha dejado traspasar el Corazón para convencer al hombre de que existe el amor, de que el amor se llama Dios, de que Dios ama tanto al hombre tal como es, que sacrifica a su Hijo por el mundo?
Se ha dicho que 'el testigo sufre porque la gente que está a su alrededor no posee lo que él ha encontrado, y por eso quiere comunicarlo para no ser él el único en ser feliz....!
Nosotros no hemos vivido históricamente la experiencia de San Juan, pero cada vez que partimos el Pan con Jesús, cada vez que escuchamos aquellas palabras y vemos repetirse los gestos de aquella Ultima Cena, 'nuestros ojos se abren', como les pasó a los discípulos de Emaús, y vemos al Señor y su corazón traspasado, y nos alegramos profundamente con la certeza de que el Amor existe, que el Amor se llama Jesús, se llama Eucaristia."'?
El 11 de agosto de 1991 se inauguró la Capilla de Nuestra Señora de la Asunción junto al Colegio. La alegría y esperanza que significó esta realización para un vasto sector de Trujui fue preparada por una Misión, casa por casa, que se realizó durante dos meses por las señoras misioneras del propio barrio. El proyecto y dirección de la obra fue realizado por Héctor Luppi, la pintura de la Virgen de los Milagros, Patrona de la Capilla, es de Marcos Reina y la preciosa talla del altar del ebanista Carlos Muñoz.
El Colegio de la Asunción se vistió con sus mejores galas para celebrar sus treinta y cinco años de vida el14 de agosto de 1992 Estuvieron presentes entre otros el Rector del Colegio Máximo P. Victor Zorzin, el Rector del Colegio Del Salvador P. Luis de Maussion, S. J. el Director de Estudios del mismo Colegio Lic. Ricardo Moscato, el Regente de la Escuela Normal Superior "Domingo Faustino Sarmiento"
(San Miguel) Prof. José María Beltrame, los directivos de todas las escuelas jesuitas del área de San Miguel, los mil cien alumnos de los tres niveles de enseñanza del Colegio de la Asunción (Inicial, Primario v Secundario), sus setenta docentes y gran cantidad de familias. El P. Julio Merediz, S. J., Rector del Colegio, presidió una Misa concelebrada y luego homenajeó a los docentes de mayor antigüedad en el Colegio, a los pioneros de esta gran obra Madre Margarita y Carlos Chiesa, ya fallecidos y al vecino más antiguo de esta zona de Trujui: Don Antonio Genovese de noventa años. Entre los aspectos más atractivos de la fiesta estuvo la exposición de fotografías con toda la historia del Colegio donde numerosos ex-alumnos evocaron los años inolvidables de su infancia v primera juventud.
El domingo 18 de octubre, día de la Madre, se representó en el patio del Colegio la obra teatral "América es de Jesús", en conmemoración de los quinientos años de la llegada del Evangelio a nuestras tierras, con la participación de más de cien actores juveniles y la dirección general del Prof. Osvaldo Sosa. Luego de la representación fue coronada la Virgen de los Milagros de la Capilla y descubierta la otra pintura, también de Marcos Reina, sobre San Ignacio de Loyola en el pasaje de su vida conocido como "La visión de la Storta", camino a Roma.